Pues como tenía que ser, ya llevo un retraso de casi tres días. Y veremos si no acaban siendo, cuatro o sabe Dios cuántos más. Y tenía que ocurrir de esta forma porque si viesen vuesarcedes el asco de persona en que convertido me he… El tránsito o paso de los 95 años de edad es calamitoso. Los 94 todavía uno aguanta, pero excederse de esa edad tiene un peligro… Y entre otras muchas peripecias está lo de la amnesia. Se olvida uno de casi todo y empieza a no recordar, a su debido tiempo, las fechas de los aniversarios de las muertes tanto de los amigos como de personajes a los que uno admiraba y que ya se han ido. Y esto le ha acontecido a mi señoría al olvidarme de que 13 de este mes de junio es el aniversario de la muerte de un insigne y muy prolífico escritor y periodista que se nos fue en el 2.005. En este año, por tanto, hace 18 de su muerte. Me estoy refiriendo a don Jaime Campmany, licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras, que había nacido en Murcia, en el 1.925, y que escribió un montón de libros, artículos, ensayos y en todo tipo de géneros literarios. Sería una pretensión inútil que tratara mi señoría de resumir en unas pocas líneas su enorme labor porque en primer lugar no conozco toda su obra, y por otra parte no sabría valorarla adecuadamente siendo no un crítico ni un biógrafo apropiado: Lo que sí es de verdad mi señoría es un admirador de su persona y de su obra, que no en pocas ocasiones le he dedicado algunas de mis chirigotas o tonterías de estas que escribe uno sin otra pretensión que manifestar cuánto le admiro y cómo le recuerdo, aunque sea con algo de retraso cada año, como en esta ocasión.
Tan es así, que se me ocurre esta ocasión ofrecerles a vuesarcedes lo que pueda recuperar de lo escrito en las ocasiones en que le ha dedicado algún recuerdo tal como lo hice en su momento. Y punto.
El 13 del 2007 le dediqué un recuerdo que titulé: “Hoy hace dos años”, en el que escribí textualmente:
“Y este detestable grafómano, que lo es y de la más ínfima calidad (y no sé por qué me tienen vuesarcedes por tan rematadamente mal escribidor), está ojo avizor para constatar el eco o recuerdo que se produzca con motivo de este segundo aniversario de la súbita muerte del genial escritor (que lo fue en todos los géneros literarios), don Jaime Campmany. ¿Seremos muchos en recordarle, más o menos públicamente? En el ámbito familiar y en el de sus amigos, ¡qué duda cabe! ¿Y los media, qué dirán los media?
Mi señoría nunca tuvo el privilegio de hablar personalmente con él. Lo que sí conserva, como oro en paño, es una carta escueta del insustituible columnista, aparte, claro está, de muchos de sus libros, de infinidad de recortes de prensa de su autoría y, cómo no, el recuerdo indeleble de las horas de tan buen humor que he pasado (y, mientras Dios me lo permita, seguiré pasando) con la lectura -relectura casi siempre- de sus excelentes escritos.
Y como remembranza mía, como recuerdo de mi señoría, permítaseme que me limite hoy a reproducir las breves palabras que entonces escribí y “colgué” en www.jubilatas.com, hace ahora exactamente dos años, cuando su cuerpo estaba aún insepulto. Fueron éstas:
IN MEMORIAM...
A JAIME CAMPMANY
(Cuatro versos de cabo roto y una súplica al Altísimo).
¿Qué pasará ahora, don Jai- ,
que “usté” ha muerto y se ha ido al cie- ?
¿Quién podrá lograr que amai* ,
todo nuestro desconsue-..?
¡Haz, Señor, que, desde ahí, siga provocando nuestras sonrisas también! “
13-06-2007.
En el 2.008, mi recuerdo se llamó “Don Jaime Campmany, ¡tres años ya…!” y dije:
“Casi todas las personas decentes, como vuesarcedes (¡de nada!) y algunas indecentes, como mi señoría tenemos la costumbre de hacer periódicamente examen de conciencia o al menos balance de lo que, en cada etapa de nuestra vida hemos hecho bien, regular, mal, peor ...o se nos ha olvidado hacer. Y mi señoría ha detectado, al escudriñar anoche los aconteceres del medio año transcurrido, que el día trece del mes que acababa, en lugar de dedicar mi parleta a recordar “el cabo de año” o aniversario de la muerte de Jaime Campmany lo empleé en escribir una intranscendente chirigota que llamé “El ministerio de Igualdad no es de ´igual-da´” Ni que decir tiene que esto sí que fue un “lapsus” igual o de mayor envergadura que los que incluso reconoce tener la propia ministra, que Dios guarde, del citado ramo. Y es por ello, por lo de mi propio "lapsus" amnésico, por lo que no quiero que transcurra ni un solo día más sin traer a la memoria de vuesarcedes y de la mía, que el pasado día 13, de hace tres años, se nos fue para siempre la pluma de don Jaime. ¡Tres años ya!
Mi señoría, ante la imposibilidad de deshacer este entuerto de otra forma, se va a limitar a recomendarles la lectura del recuerdo que le dediqué puntualmente el pasado aniversario, en este mismo periódico, para que vuesarcedes, "mutatis mutandis", lean aquella parleta (cfr. ”Hoy hace dos años”), la actualicen o “aggiornen” siquiera sea en sus mentes y sonrían a la vez que lloran o lloren mientras sonríen. Merece la pena. ¿O no?
1-07-2008.
En el año siguiente, en “A don Jaime Campmany, en el cuarto aniversario de su muerte” llamé mi crónica de recuerdo. Y escribí:
“El año pasado me retrasé unos días en conmemorar el tercer aniversario, pero este cuarto, héteme aquí, puntual, a promulgarlo "urbi et orbi". Y es que, aparte de que mi señoría lo tenía presente en esta ocasión, mi recuerdo se ha potenciado con la columna “Desde mi buhardilla” que escribe su hija Laura con cierta asiduidad, y que hoy la ha titulado ”El aniversario”. Y pues que ella cita unos “versos tristes y borrosos que dejó en un pregón para el olvido”, este admirador de su señor padre los va a reproducir luego, aunque no sin antes no invitar a vuesarcedes, caros lectores, a que "pinchen" y lean los recuerdos que le dediqué al maestro en los aniversarios precedentes a éste. Vean “Hoy hace dos años” y “Don Jaime Campmany, ¡tres años ya…!”.
Y vean los versos que don Jaime “debió escribir siendo muy joven y los leyó en el Cante de las Minas”. Dicen así: “Te escribiré una minera / que la canten en la Unión / el día que yo me muera: / Se agotó mi corazón, / como una mina cualquiera”.
Y su corazón se agotó ya hace cuatro años, pero su vasta obra literaria, su excelente humor y, sobre todo, su enorme bonhomía permanecerán para siempre en el recuerdo de todos los que tanto le admiramos en vida. ¿O no?
“Cinco años y tres días, don Jaime” fue la chirigota que mi señoría garabateó en esta otra ocasión. Y entonces dije esto:
(o “Don Jaime Campmany en mi recuerdo”).
No tendría sentido que en el aniversario de la muerte de un señor se bromease con lo de “cinco años y tres días”, como si de una condena judicial a un delincuente se tratara o tratase, pero como mi señoría se está refiriendo al cabo no de año sino de lustro, y el señor es, era y será uno de los mejores humoristas que en el mundo han sido… Item más: sé que va a leer, allí arriba, donde está, las patochadas de este grafómano malquisto por mis lectores; sé, repito, que va a leer esta chirigota con agrado, porque todo lo que tiene de indocta, lo tiene -o halo- de cariño y de admiración hacia el escritor que “no dejó indiferente a nadie; fue un polemista temible que, sin embargo, no necesitó nunca salirse de su sitio para mantener sus posiciones y que, al mismo tiempo, supo conciliar la firmeza de sus ideas con el respeto hacia aquellos en quienes reconocía el don del talento” (Gallardón dixit en la inauguración y descubrimiento de la placa de la Glorieta de Jaime Campmany).
Uno, o sea, mi señoría no ha faltado ningún año a la cita de los aniversarios de la presunta muerte de este inmortal columnista, y en cada ocasión ha dejado constancia de su recuerdo en escritos tan detestables, literariamente hablando, como son las chirigotas que ahora deben releer vuesarcedes, bien porque jamás las leyeron o porque las han olvidado, que algunos de vuesarcedes de memoria, sólo ligeros vestigios. Tales chirigotas fueron: “Hoy hace dos años”, “Don Jaime Campmany, ¡tres años ya…!” y “A don Jaime, en el 4º aniversarios de su muerte”. “Pinchen”, claro, y lean.
Y hogaño ( perdóneme, don Jaime), hasta versos de “cabo roto” ha escrito mi señoría para que se desternille usted de la risa con lo malo que son mis ripios. Helos a continuación:
Ante-antier hizo cinco a(ños) / que le llevó Dios al cie(lo) / y aquí sufrimos el da(ño) / y no encontramos consue(lo).
¡Si viese usted cómo es(tá) / esta España, desde enton(ces), / pero, ¿qué se va a esper(ar) / de políticos preco(ces)?
¿Rodríguez, de Presid(ente) / y la Salgado, en Hacien(da)? / Pues lo que dice la g(ente): / “Èstos nos cierran la tien(da)”
Si el PP coge el Go(bierno), / estando esto como es(tá) / ya veremos los in(viernos )/ que nos va a hacer pa(sar).
Rodríguez de mis pec(ados), / pero ¿qué es lo que usted h(ace)? / Si al país se lo ha carg(ado) / con su actitud kamic(ace).
Va siempre contracorri(ente) . / Si dicen negro, él que bl(anco) . / Nunca hace caso a la g(ente). / Y… caemos en el barr(anco) .
¡Qué horror! Estos ripios son tan malos que podrían contribuir a que aumentara o aumentase la crisis... Como se entere la Señora... Mi señoría se refiere a la señora Merkel. Igual le dice al señor Rodríguez, todavía Presidente del Gobierno de España, aunque no sabemos hasta cuándo: Señor Presidente de la UE -por pocos días ya-: Mande usted a hacer puñetas a ese maldito poeta. Sí, le diría: "Schicken Sie zum Teufel dieser verfluchter Dichter!, que es como lo dicen los alemanes de Alemania. Y uno piensa que el señor Rodríguez, todavía Presidente del Gob... etc.,le entenderá perfectamente. ¿O no?
16-06-2010.
“In memoriam (Seven years later)”
(o “Don Jaime Campmany, que esto va a peor…”).
Mi señoría sabe (¡qué no sabrá uno, con setenta y catorce tacos ya!) que “me se” oye y “me se” recibe, y por eso le habla mi señoría a su señoría, don Jaime. ¿Entiende? ¿Es que como uno ya va estando cada año más “acarajotado” por el tiempo (no por el climatológico, sino por el que hace que nació, que dicho queda), no encuentro el recuerdo que le debí dedicar el año pasado, en el sexto aniversario del día en que nos dejó huérfanos de su buen humor y de su buena literatura. Tal vez no lo escribí. ¿Se iniciaban ya en mí los síntomas de una amnesia senil? De cualquier forma, hogaño lo que hará mi señoría es un ´aggiornamento´ del recuerdo que le dediqué a su señoría en el quinto aniversario, que por algo sería proverbial aquello de que “no hay quinto malo”. Transcribo, pues, suprimiendo partes, corrigiendo otras, añadiendo algunas, etc. Es decir, haciendo, del escrito de referencia, un “mutatis mutandis”, que no se lo salta un gitano.
El título de la chirigota de entonces era “Cinco años y tres días” y comenzaba mi señoría con un “no tendría sentido que en el aniversario de la muerte de un señor se bromease con lo de “cinco años y tres días”, como si de una condena judicial a un delincuente se tratara, pero como uno se está refiriendo al cabo no de año sino de una septena, y el señor es, era y será uno de los mejores humoristas que en el mundo han sido… Item más: sé que va a leer, allí arriba, donde está, las patochadas de este grafómano malquisto por mis lectores; sé, repito, que va a leer esta chirigota con agrado, porque todo lo que tiene de indocta, lo tiene -o halo- de cariño y de admiración hacia el escritor que “no dejó indiferente a nadie; fue un polemista temible que, sin embargo, no necesitó nunca salirse de su sitio para mantener sus posiciones y que, al mismo tiempo, supo conciliar la firmeza de sus ideas con el respeto hacia aquellos en quienes reconocía el don del talento” (Gallardón dixit, en la inauguración y descubrimiento de la placa de la Glorieta de Jaime Campmany).
Uno, o sea, mi señoría no ha faltado ningún año (¿ni el sexto?) a la cita de los aniversarios de la presunta muerte de este inmortal columnista, y en cada ocasión ha dejado constancia de su recuerdo en escritos tan detestables, literariamente hablando, como son las chirigotas que ahora deben releer vuesarcedes, bien porque jamás las leyeron-o-porque-las-han-olvidado,-pues-que-algunos de vuesarcedes de memoria solo
ligeros vestigios, como mi señoría. Tales chirigotas fueron: “Hoy hace dos años”, “Don Jaime Campmany, ¡tres años ya…!”, “A don Jaime, en el 4º aniversarios de su muerte”, “Cinco años y tres días”, la sexta –que no encuentro y ya no sé si la escribí-. y ésta que tienen a la vista vuesarcedes. Las otras, pinchazo incruento y aparecerán también en las pantallas de su ordenador.
Prosiguiendo la paráfrasis de mi quinto testimonio, continúen leyendo.( perdóneme, don Jaime), hasta versos de “cabo roto” ha escrito mi señoría para que se desternille usted de la risa con lo malos que son mis ripios. Helos a continuación:
Hoy hace ya siete a(ños) / que le llevó Dios al cie(lo) / y aquí sufrimos el da(ño) / y no encontramos consue(lo).
¡Si viese usted cómo es(tá) / esta España, desde enton(ces),,,, / pero, ¿qué se va a esper(ar) / de políticos preco(ces)?
¿Con Rajoy de Presid(ente) / y el gran Montoro, en Hacien(da)? / Pues … lo que dice la g(ente): / “Èstos nos cierran la tien(da)”.
El PP coge el Go(bierno), / y estando esto como es(tá) / ya veremos el in(viernos )/ que nos va a hacer pa(sar).
Alfredo de mis pec(ados), / pero ¿qué es lo que usted h(ace)? / Si al país se lo ha carg(ado) /con-su-actitud-kamic(ace)….
Va siempre contracorri(ente) . / Si dicen negro, que bl(anco) . / Nunca hace caso a la g(ente). / Pues… caeremos al barr(anco).
¡Qué horror! Estos ripios son tan malos que pueden contribuir a que aumente más la crisis… Como se entere la Señora… Mi señoría se refiere a la señora Merkel. Igual le dice a don Mariano, el flamante Presidente del Gobierno de España, aunque no sabemos hasta cuándo: Señor Presidente –por cuántos días ya–: «Mande usted a hacer puñetas / a ese maldito poeta». Sí, le diría: «Schicken Sie zum Teufel dieser verfluchter Dichter!”, que es como lo dicen los alemanes de Alemania. Y uno piensa que don Mariano Rajoy, actual Presidente del Gobierno y Presidente del Consejo de ministras y ministros, ambos inclusive, no entendería nada, y la respuesta de Rajoy podía ser: “¡Mande…!”. ¿O no?
13-06-2012. P.d.: El autor agradece al Traductor de Google los servicios prestados.
No busco más porque dado mi desorden de papeles, algo posterior encontraría, pero ¡para qué más! Ahora les endilgo unos ripios de “cabo roto” que los del PP inventado han, y así concluyo esta parla de hoy. A continuación, los ripios citados ut supra:
¿Elecciones general-es?
Veremos a ver qué p-asa.
Si hay que aguantar estos ma-les
o se deshace esta f-arsa.
y aparece la der-echas
que es la que lo arregla-todo.
Y la gente satisf-echa
con ese nuevo aco-modo
ya se van de ver-aneo.
Aunque no les den viv-iendas
(y eso les parece-feo),
veremos lo que hace Ha-cienda.
Que si don Pedro t-enía
pasta para se las-dar,
¿por qué Feijóo no po-día
también pisos reg-alar?
Y como ya es la-hora
de concluir mi par-leta,
toda persona lec-tora
váyase a hacer pu-ñetas.
Sí, es que ´ubi non es ordo, ibi es confusio´. ¿O no?
16-06-2023.